Un tipo de interés

Cuando el deber más importante se llama hipoteca y a final de mes se llega a mediados, significa que hay un interés muy alto en que esto siga así.

No es ningún descubrimiento mentar que por dinero se vende, se miente y hasta que todo lo compra, pero resaltar, por si alguien no lo tiene en deuda o tiene alguna duda al respecto, que la riqueza no siempre vale lo mismo.

Sí, el dinero tiene precio y valor aunque a veces le sobre soberbia y le falte coraje. Una cosa es lo que vale, otra lo que cuesta y otra más lo que tras su subida cuesta y acarrea. El Sr. Trichet (Presidente del Esteban…co Central Europeo), ya se ha decidido, tras la tensa y expensa espera por la Petro-Libianitis y la irremediática misericordia nipona, en poner al día la subida del tipo de interés que dará aumento en un cuarto de punto. Cada vez que este señor habla públicamente sube el pan, el vino y además se eleva duramente el listón, esta vez al 1,25%, para la minimizada economía familiar.

Cuando alguien acude a Urgencias suele ir por dos causas bien distintas: para ahorrar tiempo aumentando queja o porque le llevan sin conciencia. Estas dos formas, aunque no estéis conformes, se pueden instaurar en la dura batalla contra la peor de las enfermedades bancarias, la subida de interés. A día de hoy o te quejas sin dolor o acabas, tras pruebas sanguinarias y revisiones en periódicos, con el euribor por las nubes hasta que te da una bajada de tensión y quedas embargado hasta las trancas y… al barranco.

La fiebre por ganar más cuanto antes y cuanto sea posible, convierte al sistema financiero en el enemigo a batir. Siempre está al acecho de trinchar a la liquidez exquisita y al desolado y liquidado volumen. Lo mismo le interesa, aunque hagan méritos en no darlo a conocer, un millonario que mil asalariados puesto que de uno se sirve para a otros disponer.

"Des- gracias" a este oficio, segundo más antiguo tras el de dama de camas, existe la figura que desfigura cualquier presupuesto: el intermediario o figurante. Una vez más llegamos a la enésima conclusión: ¿qué o quién?, ¿huevo o gallina?, ¿trinchados o atrincherados?...

¿Qué es más importante un banco o la gente que quiera sentarse?

¿Qué es primordial la necesidad de ganar o la necesidad por perder?

Hay preguntas que no tienen respuestas y respuestas que se hacen preguntas.

Hoy en día con la importancia que genera lo superficial y la supremacía que ha alcanzado el físico en nuestra "desgrafiada" geografía, sin un buen tipo no te comes un colín.

"Lo peor que le puede pasar a cualquiera es perder el interés".