Además, le prohíbe patrocinar la liga de fútbol lusa.
Ha sido el tribunal das Varas Civeis (Oporto) a raíz de una demanda de la Asociación lusa del juego, quien denunció a la empresa austriaca por operar en la alegalidad y, en resumen, por no pagar impuestos, mientras sus competidoras sí.
La historia de Bwin en España y en el Real Madrid se narra así: renovó su contrato con el Real Madrid el año pasado, aunque la fusión con Party Gaming ha dificultado la relación con Florentino Pérez. Y por cierto, le paga ¡a través de una sociedad inglesa con sede en el paraíso fiscal de Gibraltar! La renovación ha supuesto un máximo de 20 millones de Euros. 15 de fijo y cinco en variables en función de resultados y títulos.
Y ahora viene lo bueno. El previsible nuevo gobierno del PP, que se opone a la privatización de Loterías, tendrá que regular y sancionar el juego. Su idea es que para que se pueda operar en España, las empresas que han funcionado de manera alegal deberán actualizar sus impuestos para poder acceder a la licencia, con lo que muchos chiringuitos morirán en el intento. Les aplicarán la tasa del juego del 25%. Por ejemplo, hagan cálculos con Bwin que gana en España 24 millones de euros al año. Una pasta para el erario público que ahora está dejándose de cobrar. En España somos así de generosos con los empresarios del juego.
Se ve que la justicia en Portugal funciona mejor que en España o que los portugueses son más listos que los españoles. O ambas cosas..
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com