En el final de los 70 se inundó España con el lema "Lo que se tramita en Madrid se puede hacer aquí".
Con las carreteras y los transportes públicos de entonces, el canto de sirena resultaba demoledor, y muchos creímos que era positivo eso de las autonomías, al menos en términos económicos. También pesaba la realidad de una administración demasiado centralista, y se anhelaba el ser un poco conductores de "nuestro propio destino".
A la vista del inasumible gasto autonómico, con los medios de transporte actuales y la comunicación informática, económicamente resultaría más rentable volver a una única administración, con matices, o cuando menos a una reducción importante de las competencias autonómicas.
Sobre lo de "conductores de nuestro propio destino", pasados 35 años, pienso que cometimos un tremendo error al no caer en la cuenta del riesgo de ruptura de la nación, desempolvando los reinos de la baja edad media, porque -creo- la inmensa mayoría de españoles, amando nuestra patria chica, amamos igualmente a España.
Y encima, el PSOE se descuelga con el federalismo, que a mí me parece un paso más hacia el desmembramiento del reino de España.
Amparo Tos Boix