La Ley de Educación de Cataluña es una nueva vuelta de tuerca del nacionalismo contra la libertad de los ciudadanos.
Nos restringe a los padres la posibilidad de elección de centro educativo, de escoger la clase de enseñanza que queremos para nuestros hijos y elimina el derecho a decidir con libertad la lengua de enseñanza entre las dos oficiales.
Una norma repleta de recortes de derechos e imposiciones, una ley contra la libertad, que además algunos políticos presentan como un supuesto "éxito".
¿Privarnos a los padres de derechos es un "éxito"? Lamentablemente, algunos políticos están empeñados en hacer de Cataluña una sociedad del pensamiento único, controlada desde el establishment político y donde los ciudadanos tengamos cada vez menos libertades.
Antonio Peiró
antonpeiro@gmail.com