Sr. Director:
El Papa Benedicto XVI en su discurso navideño a la Curia Romana, recordando su visita a Valencia, ha recriminado al gobierno español por su apoyo a las bodas de homosexuales (La Razón del 23-XII-2006). Esto me da pie para hablar de la injusticia de esta ley española.
Creo que esta ley es desacertada e injusta.
Desacertada porque va contra el parecer de la mayoría de los españoles Según el Instituto Nacional de Estadística, las parejas homosexuales en España son diez mil (Periódico ALBA del 24-30 de junio, pg 6). Pero la gran mayoría de los españoles no aprueba esta ley. Esto se ha visto en la manifestación de UN MILLÓN Y MEDIO de personas (como se comprueba por las fotos aéreas) y OTRO MILLÓN de firmas (LA VOZ DE CÁDIZ del 30 de junio, pg 33); y el parecer de organismos muy competentes como son el Senado, el Consejo de Estado, el Consejo General del Poder Judicial, la Academia de Jurisprudencia y a Conferencia Episcopal Española.
Y ha tenido en contra la mitad del Congreso de los Diputados, pues ha salido con sólo cuarenta votos de diferencia: 147 en contra y 187 a favor (DIARIO DE CÁDIZ del 1º de julio, pg.52).
Un margen tan pequeño para una ley tan importante demuestra que se trata de una concesión a grupos minoritarios de presión. Los homosexuales son el 0,09% de la población. (Eulogio López. Boletín Hispanidad del 17-VI-2005 en INTERNET). Pero además esta ley es injusta.
Tan injusto es tratar de modo diferente a dos cosas iguales, como tratar igual a dos cosas diferentes. No pueden tener el mismo tratamiento jurídico dos realidades diferentes. Como ha dicho con gracia el P. Rivilla: dos tuercas o dos tornillos no sirven lo mismo que una tuerca y un tornillo. Sin la unión de un hombre y una mujer no puede nacer un niño. La unión de dos hombres no puede dar nuevos ciudadanos al Estado. El matrimonio, desde el principio de la humanidad hasta nuestros días, está constituido por un hombre y una mujer. Las leyes humanas no pueden cambiar la naturaleza de las cosas. Aunque el gobierno haga una ley permitiendo volar a los burros, no por eso a los burros les saldrán alas. Es absurdo legislar contra la naturaleza. Tampoco podemos cambiar a nuestro gusto el lenguaje. Como dijo con gracia Juan Manuel de la Prada, un pollo no es un conejo no tradicional que es bípedo y con plumas. El pollo es pollo y el conejo es conejo. Y el matrimonio es de un hombre y una mujer, no hay otro tipo de matrimonio no tradicional. Dos hombres o dos mujeres no son un matrimoni son otra cosa.
No conceder a los homosexuales lo que no les pertenece no es discriminarlos. La palabra discriminación es peyorativa. Pero el trato diferenciado no es discriminación. Lo mismo que no es discriminar a un enano si no se le admite en un equipo de fútbol. Aunque el enano tenga derecho a que se le respete en todos sus derechos de ciudadano. Pero no todos servimos para todo, ni tenemos derecho a todo. Los homosexuales tiene derecho a que se les respete como ciudadanos (Seguridad Social, jubilaciones, pensiones, etc.); pero no tienen derecho a apropiarse de lo que no les pertenece. Como el niño que en el parque quiere apropiarse de un juguete que no es suyo. La ampliación de derechos puede ser injusta. Por ejempl dar derecho a mi vecino a usar mi coche porque se ha encaprichado con él. Negarles lo que no les pertenece no es discriminarlos. Lo que pretenden es un abuso. Lo mismo que no es discriminar al cleptómano si se le impide robar.
El homosexual debe dominarse, lo mismo, que se debe dominar el casado que quiere acostarse con su vecina porque la encuentra más atractiva que su esposa. Y el homosexual que se domina puede llegar a santo, que es lo más grande que se puede ser en la tierra. Y, en ese caso, la Iglesia lo pondrá en los altares. Dar a las uniones homosexuales los mismos derechos que al matrimonio, ha dicho la Conferencia Episcopal Española, es tan funesto como dar curso legal a una moneda falsa. Llamar intolerantes a los que no aceptan esta igualdad es como llamar intolerantes a los que no aceptan el error de que la Tierra es plana. Si hoy los homosexuales logran su deseo, mañana los bisexuales pueden lograr que se les permitan dos matrimonios simultáneamente. Si dos personas homosexuales tienen los mismos derechos que un matrimonio natural, ¿por qué no tienen esos mismos derechos dos hermanas que viven juntas? ¿Por qué dos lesbianas que viven juntas van a tener más derechos que dos hermanas que viven juntas pero no tienen las ventajas legales del matrimonio? Por eso las hermanas británicas Joyce y Sybil Burden solicitaron al Tribunal Europeo de Derechos Humanos tener los mismos derechos que las lesbianas en materia sucesoria (Internet: FORUMLIBERTAS.COM (15-IX-2006). Si la norma es «TODO VALE», ¿también la zoofilia y la antropofagia? ¿También se pueda aceptar que un hombre quiera casarse con su gata o con una gallina? ¿O que uno se coma a un amigo que ha matado, descuartizado y conservado en su frigorífico? Eso es lo que hizo el caníbal de Londres, Peter Bryan con sus amigos Cherry y Richard (DIARIO DE CÁDIZ del 16 de marzo del 2005, pg. 54). Lo mismo hizo el caníbal de Rotemburgo, Arvin Meiwes, que descuartizó y se comió a su amigo Bernd (Diario LA RAZÓN, 15 de Enero del 2006, pg. 65). Y otro disparate es dejarles adoptar niños. Esos niños quedarán traumatizados cuando vean que todos sus amigos tienen padre y madre, pero ellos son unos raros.
Los psicólogos hablan de los daños que sufrirán esos niños.
Además las estadísticas hablan de que las parejas homosexuales son muy inestables. Con facilidad cambian de pareja.
La inestabilidad existente en las parejas homosexuales, tiene un porcentaje bastante mayor que el de las parejas heterosexuales.
Según el profesor Van den Aardweg, doctor en psicología en Ámsterdam, y notorio especialista de nivel internacional en terapia de la homosexualidad, Una investigación alemana señala que el 60% de esas relaciones duran un año, y sólo el 7% superan los cinco años. ¿Cuántos padres y madres van a tener esos niños? Los homosexuales de Holanda han logrado que sea legal la pederastia con niños de 12 años.
Según la Dra. Judith A. Reisman, profesora de investigación de la American University, en el estudio científico Crafting Gay Children, afirma que los pederastas heterosexuales son el 9% mientras que los pederastas homosexuales llegan al 60%, según Psychiatric Journal, University of Ottawa, J. W. Bradford et al., 1988. (INTERNET: Boletín HISPANIDAD, 3-VI-2005) ¡Pobres niños! La adopción debe buscar el bien de los niños, no los deseos de los adoptantes. Así lo manda la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DEL NIÑO.
Jorge Loring, S.I
www.arconet.es/loring