He leído que la UNESCO dice a los niños de cinco años que masturbarse no es malo, sino natural. Lo que es natural es que haya muchos/as que ahogarían a más de uno/a; pero los sentimientos instintivos de los humanos son -deben ser- controlados por la voluntad regida por la razón, y todo esto -la voluntad y la razón- han de ser educadas desde la cuna. Ahí debiera la Unesco -y el Gobierno de ZP- poner el acento de la educación, y no en la canallada de iniciar desde la más tierna infancia en la caída libre del sexo, que conduce al amor libre, a la homosexualidad y a la matanza de inocentes en el propio vientre de su madre.
Quien pregona ideas como esta de la masturbación no parece estar lejos de la pedofilia. Tal vez algún día veamos a esta depravación sumarse a los derechos con que nos van obsequiando
Amparo Tos Boix