• El Senado aprueba la despenalización del aborto con los uruguayos en contra: el 56% apoya el derecho a la vida desde la concepción.
  • Este jueves se inicia una recolección de firmas para pedir su derogación en referéndum.
  • El anterior presidente, Tabaré Vázquez, vetó una ley similar. Pero el actual, José Mujica, la firmará.
  • Al menos, se respetará la objeción de conciencia de los profesionales.
El Senado uruguayo ha aprobado la despenalización del aborto. Era el único paso que faltaba después de que la Cámara de Diputados también aprobase su despenalización recientemente, tal y como informamos.

El único paso que falta, meramente burocrático, es la firma del Gobierno, cosa que hará sin problema alguno pues es el partido del presidente José Mujica (en la imagen) -Frente Amplio- quien ha impulsado esta norma. A diferencia de la anterior legislatura, cuando el Poder Legislativo aprobó una iniciativa similar que fue vetada por el entonces presidente, Tabaré Vázquez. La ley se sancionó con los votos previstos, es decir 17 a favor -los 16 el Frente Amplio más el senador Jorge Saravia-, y 14 en contra, aportados por el resto de la bancada del Partido Nacional y los cuatro senadores colorados.
 
Así, Uruguay se convierte en el tercer país de Hispanoamérica en permitir el aborto, después de Cuba y Puerto Rico. Y la masonería ha culminado su trabajo en Uruguay. Porque lo hemos sacado otras veces, pero no está de más insistir. Esto es lo que un ex masón francés, Maurice Caillet, explica al respecto en su libro 'Yo fui masón' (pág. 53) sobre la aprobación del aborto en su país: "Aprobada por el Consejo de Ministros (francés) en el mes de noviembre, la ley Veil fue ratificada en diciembre. ¡Los diputados y senadores masones de derechas y de izquierdas votaron como un solo hombre!". "Coherente con la posición que había tomado públicamente, hice saber mi intención de aplicar esta nueva ley, que yo había deseado con todas mis fuerzas y que se había preparado en las logias".

La nueva ley despenaliza el aborto en las primeras doce semanas de gestación, si bien las mujeres deberán pasar por un proceso que comienza por explicar al médico de la sanidad pública las "circunstancias" sociales, familiares o económicas que "le impiden continuar con el embarazo en curso". Vamos, un coladero igual que en España el del supuesto de riesgo psicológico para la madre. El texto contempla, asimismo, casos excepcionales para abortar, como que corra "grave riesgo" la salud de la mujer o existan malformaciones en el feto incompatibles con la vida fuera del útero. En caso de violación, el plazo de interrupción se amplía hasta las catorce semanas de gestación.

Lo único bueno es que los profesionales sí podrán negarse a practicar abortos siempre que así lo comuniquen a los responsables de sus centros. También se permite que una institución pueda negarse, basándose en "objeciones de ideario" ya aprobadas, a realizar los abortos, pero deberán acordar con el Ministerio de Salud Pública fórmulas alternativas para atender a sus usuarias.
  
Según informa El País uruguayo, este jueves se anunciará una campaña de recolección de firmas para someterla a consulta popular buscando su derogación, y además, en medio de la discusión del Senado, el legislador y precandidato presidencial nacionalista Jorge Larrañaga adelantó que si llegara a la Presidencia en 2015 una de sus primeras acciones será proponer su derogación.

Y es que, según nos llega desde Uruguay, una amplia mayoría, el 56% de los uruguayos, apoyan el derecho a la vida desde su inicio en la fecundación, según la última encuesta que dieron a conocer organizaciones de la sociedad civil uruguaya Asociación Nacional de Familia y Vida (ANFAVI) y la Asociación Educando Uruguay (AEDU). Ambas demandaron al Estado garantizar la protección del derecho a la vida, porque no hacerlo es ir en contra de lo que opina la mayoría de la sociedad.

Además, explican, para las próximas elecciones los partidos políticos que apoyan el aborto en Uruguay han perdido notoriamente su fuerza electoral, mientras que los partidos que apoyan el derecho a la vida siguen recuperado a su favor la intención de votos.

A ver si es verdad. Recientemente en Uruguay se publicaron los nombres de los diputados que votaron a favor del aborto para que los uruguayos defensores de la vida no vuelvan a votarles. El mejor castigo sería en las urnas.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com