La agencia Noticias Globales informa que según el estudio reproducido y comentado por Inside Catholic el importe de las subvenciones que el Fondo Mundial otorgó a China para la prevención del SIDA asciende a 171 millones de dólares, de los cuales alrededor de 58 millones tiene origen en el presupuesto oficial de los Estados Unidos.

Como desde 2002, Estados Unidos niega sus aportes al Fondo para la Población de la ONU (FNUAP) debido a su participación en el programa de abortos en China, la Fundación Gerard dice que el Congreso de USA debería aplicar la misma política al Fondo Mundial contra el SIDA, cumpliendo la enmienda Kemp-Kasten, que prohíbe dar "asistencia económica en materia de población a cualquier organización o programa que, según lo determine el Presidente de los Estados Unidos, apoye o participe en la gestión de un programa de aborto coercitivo o esterilización involuntaria".

El contribuyente norteamericano, dice la Fundación, cree que está colaborando en la lucha contra el SIDA, el paludismo y la tuberculosis, cuando en realidad su dinero se destina a organizaciones que piensan que la mejor manera de combatir esas enfermedades es eliminar el número de personas que pueden enfermarse.