Sencillez, naturalidad y humor todo ello mezclado en su justa dosis  dan como resultado esta simpática comedia italiana que fue multipremiada, con todo merecimiento, en el pasado Festival de Venecia.

Gianni, un romano del Trastevere, vive en la casa familiar con su madre viuda. Todo indica que pasan un mal momento económico, por ello cuando el administrador de su comunidad le propone que, si cuida a su madre un par de días mientras él se toma vacaciones, le zanjará las deudas que tiene contraídas la comunidad, Gianni acepte encantado. Lo que no se imagina este solterón es que la anciana vendrá acompañada de una tía, y que el médico de cabecera también le solicitará que se quede con su veterana progenitoraGianni empezará a agobiarse  sobrepasado por el choque de las fuertes personalidades de las cuatro ancianas que ahora habitan bajo su techo

Hay que tener mucho talento para conseguir que una pequeña situación anecdótica dé lugar a una historia vital, que resulta veraz en cada fotograma. Ello se debe a que detrás de ella se encuentra Gianni Di Gregori (aclamado como coguionista de Gomorra) que, además, se ha atrevido en esta ocasión a ponerse delante de la cámara encarnando al sufrido Gianni. Porque todo está bien medido en esta trama: los momentos alegres, los tristes, los melancólicos, retratados con cámara al hombro lo que les aporta mucha más cercaníaUna demostración constatable de que el mejor humor (y el más sano) no se consigue con situaciones histriónicas o groseras sino que se deriva de la propia naturalidad de la vida, narrada con cierta gracia

Para: Los que quieran pasar un rato muy grato