Adiós a los hombres muy machos. Lo que ahora cotiza al alza es el varón saludable y con algún toque femenino, que no de afeminamiento. Al menos, en lo que a fidelidad se refiere. A esta conclusión han llegado dos diferentes estudios. La revista Personality and Individual Differences revela que las mujeres consideran que los hombres de aspecto muy masculino no son buenos candidatos a una relación permanente. Y los psicólogos de las universidades de Durham y St. Andrews, en el Reino Unido, nos cuentan que esas mismas mujeres indican que los hombres con algunos rasgos femeninos pueden ser compañeros "más comprometidos y con menos tendencia a la infidelidad". Los científicos pidieron a 400 hombres y mujeres que emitieran un juicio sobre fotografías de hombres alteradas con el objeto de que se vieran más o menos masculinos o femeninos. Y se les solicitó que pronosticaran sus características personales, comportamiento sexual incluido, y si serían buenos padres. Pues bien. Los hombres de rasgos muy masculinos -mentón cuadrado, nariz más voluminosa y ojos pequeños- fueron calificados como dominantes, infieles, malos padres y con personalidad menos cálida en comparación con los que tenían algún rasgo femenino. Además, los rostros de apariencia saludable son considerados más deseables que los de apariencia enfermiza. "Nuestra investigación ha descubierto que es la buena salud de los hombres la que transmite virtudes de buena compañía y personalidad. Las mujeres ven a los tipos saludables como fuente de riqueza y en condiciones de llevar una vida familiar.  Los resultados contradicen las afirmaciones de que la apariencia de machismo demuestra buen estado físico e inmunidad a las enfermedades", asegura David Perrett, profesor de St. Andrews. Clemente Ferrer Roselló clementeferrer@yahoo.es