Benedicto XVI recibe al presidente de la Federación rusa, Dimitri Medvedev
Ambos se han mostrado complacidos por las buenas relaciones bilaterales.
Durante el pontificado de Juan Pablo II ya hubo varios intentos por parte del Pontífice de viajar a Rusia, sin embargo, la ausencia de relaciones entre los Estados, y la negativa de la Iglesia ortodoxa, lo impidieron.
A finales de 2009, ya con Benedicto XVI, se establecieron relaciones diplomáticas plenas entre los dos países, que culminaron con la presentación de las cartas credenciales de los embajadores a mediados de 2010. Esta semana, se reunieron el presidente ruso y Benedicto XVI, y se pudo comprobar que la relación entre ambos Estados son buenas y se ha hablado de la voluntad de reforzarlas.
Además, en la conversación se ha reconocido la amplia colaboración entre la Santa Sede y la Federación Rusa sea en la promoción de los valores específicos humanos y cristianos, sea en el ámbito cultural y social. Sin embargo, pese a esa mejora de las relaciones, todavía no va a ser posible que el Santo Padre viaje a Rusia, por lo que habrá que esperar a que las relaciones todavía mejoren mucho más.
Andrés Velázquez
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