A través de su periódico me gustaría preguntar al Gobierno que va a presentar al Parlamento la Ley de Libertad religiosa, cómo puedo entender que se prohíban todos los símbolos de la Religión Católica en sitios públicos, símbolos que hablan de perdón, de amar al prójimo como a uno mismo, de poner la otra mejilla, etc, etc... y sin embargo se puede usar el velo; velo que no es un adorno femenino, sino un símbolo religioso, símbolo religioso que presenta la sumisión de la mujer, que la convierte en ciudadana de segunda.
Realmente estoy atónita, más que una ley de libertad religiosa, parece una ley contra los católicos, incoherente como casi todo lo que hace este Gobierno. ¿Dónde está la ministra de Igualdad? ¿Dónde está la corte feminista de la señora De la Vega?
¿O es otra manera de distraer la atención pública para que no siga hablando de los casi cinco millones de parados?
Ángela Díaz