El semi-dictador venezolano Hugo Chávez ha acabado por aceptar la promulgación de un referéndum sobre su persona. Dos años de manifestaciones y revueltas contra este tiranuelo demagogo han servido para convencerle de que puede ganar el plebiscito sobre su Gobierno y, por tanto, las elecciones consiguientes que le perpetuarían en el poder.
Tanto es así que la oposición se ha visto sorprendida por la serenidad con la que un personaje tan proclive a la violencia ha aceptado la decisión, tras un lapso largo de negativas. Ahora es cuando comienza el periodo clave para el país hispano. Toda una oportunidad para que el Gobierno español se moje en el asunto.