Como denuncia Mónica del Río en Notivida, lo del Día de la No Violencia contra la mujer recuerda el viejo chiste del editorialista:
- Escriba usted un editorial sobre la Inmaculada Concepción.
- ¿A favor o en contra?
(Ahora, que lo pienso, ya a la vista de la Cristofobia reinante con los medios de comunicación cuyo único ideario consiste en insultar a la Iglesia ya a los cristianos, a lo mejor ha dejado de ser un chiste).
En cualquier caso, está claro lo absurdo de la nueva jornada (25 de noviembre): ¿Es que hay alguien a favor de la violencia contra la mujer? Por supuesto que no. Es la hipocresía progre habitual, en la que el verdugo se empeña en pasar por víctima, en este caso para ocultar la legalización, promoción y financiación de la violencia extrema -la aniquilación- que se ejerce sobre el ser más indefenso, que no es la mujer, sino el no nacido, tras la máscara de la violencia de género.
Lo que está claro es que la Argentina de los Kirchner sigue, paso por paso, el modelo zapaterista español. Caramba, mi querida Argentina debería plagiarnos en nuestras virtudes, no en nuestros defectos. Ahora mismo no se me ocurre ninguna, pero todo es cuestión de reflexionar un poco.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com