El País, por ejemplo, se ha apresurado a recordar que la ultraderecha finlandesa exige revisar los planes de rescate de la UE. Los rescates son injustos -pobres y ricos pagan a los ricos, a los inversores- y, encima como demuestra el caso griego, el primero en la sucesión, un desastre que no hace sino agravar la pobreza sin recuperar la estabilidad de la deuda soberana. Lógico: el especulador es insaciable. Si puede forzar una rentabilidad a alza sabiendo que alguien pagará los destrozos: ¿por qué iba a dejar de hacerlo?
Pues resulta que Verdaderos finlandeses, tras su victoria electoral, aseguran que hay que revisar los rescates, razón por la cual el país les califica de ultra. Y no debe ser más ultra que ellos, porque no considero que haya que revisarlos, lo que propongo es eliminarlos, única forma de devolver a la cordura a la deuda soberana. Y si un país, o un banco, o ambos, quiebran pues que quiebren, pero que no tengamos que pagar entre todos -pobres y ricos- a los pobres ricos que extorsionan a los erarios públicos ni a los políticos jeta que extorsionan a esos mismos erarios para presumir de gestión y arañar votos. Recuerden que emitir deuda es un chollo: recibes el dinero y lo pagas durante años, probablemente cuando ya no estés en el poder. El que venga detrás que arree.
Y lo más curioso es que, en el mismo artículo, del mismo cronista, en el mismo periódico (pero no en titular, ¿eh?) se nos informa de que la izquierda finlandesa asegura que "el actual formato de rescate a los países con problemas es injusto con los contribuyentes y que los bancos deberían cumplir con sus responsabilidades". O sea, que los socialdemócratas también son de ultraderecha.
¿Y el sentido común y la vergüenza torera? Eso son los más ultras: puro fascismo.
Eulogio López
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