Sr. Director:

La mayor parte de las naciones del Mundo a lo largo de su historia han tenido que hacer frente al fenómeno terrorista, en muchos casos este ha sido más o menos intenso en función de las circunstancias socio-políticas, por el contrario lo que si es constante es la cadena de acción –reacción que se produce en toda sociedad victima del terrorismo.

Pues bien, sin ánimo de ser alarmista seguramente tarde o temprano sufriremos un atentado con armamento nuclear, que causará ingentes cantidades de muertos así como de no remediarlo la crisis y descomposición del  estado atacado. Así las cosas cabe preguntarse: ¿Qué podemos hacer?, la respuesta es sencilla a la par de complicada, resignarse, no tanto en cuanto a las posibles medidas de defensa que podamos tomar sino en cuanto a la capacidad del ser humano para sobreponerse a la tragedia.

Puede que destruyan una aldea, una ciudad, un país, pero si sus ciudadanos siguen con pie firme nada ni nadie les parará, no tengamos miedo, no nos dejemos llevar por la espiral de odio de la que se alimentan principalmente los terroristas, digámosles: podéis matarnos pero hasta que quede el ultimo hombre sobre la tierra continuaremos rigiéndonos por nuestras leyes y estableciendo nuestro modo de vida.

Podéis extender el miedo y la desesperanza, pero con fe y determinación jamás nos destruiréis, de esta forma cundirá en ellos la desesperanza, pues toda su maldad no servirán más que para corromper aún más si cabe su podredumbre moral.

Jorge Ipiña Pando

kidon12@hotmail.com