Los resultados de Vodafone, así como de Vodafone España hasta ayer las joyas de la corona- correspondientes al primer trimestre de su ejercicio fiscal (abril-junio) son malos. Sus dos plazas fuertes, España y Reino Unido, sufren la crisis, y el teléfono móvil -a fin de cuentas, continúa siendo suprimible- es un artículo caro dentro de la cesta familiar. En Vodafone, los ingresos han crecido un 1%, porcentaje que, en términos orgánicos, supone una caída del 2,4%. El crecimiento en Asia (13,7%) no compensa la caída de Europa, donde disminuye el número de clientes.
En España se estanca la evolución de los ingresos respecto al trimestre anterior. Ahora bien, en términos anuales la caída es del 8,1%. Es más si eludimos los cambios en la contabilización del plan de fidelización, la caída sería aún peor: 8,8% (hablamos de ingresos por servicios, voz y datos).
En España también pesa la compra de Tele2 (700 millones entre Italia y España, unos 250 imputables a la sección española). Vodafone sigue intentando ser una compañía integral de fijo y móvil pero eso no se hace de la noche a la mañana.
En este caldo de cultivo surgió el rumor de que Francisco Román, líder de Vodafone España iba a cesar en el cargo, Pero no. De hecho, el CEO de toda Vodafone, Vittorio Colao, lo ha dejado muy claro en la reunión con analistas celebrada en Londres durante la mañana del viernes: La dirección en España está cumpliendo todos los planes a pesar de las condiciones del entorno económico. No se hable más.