Vodafone España manda menos dentro de la multinacional anglo-yanqui que un gitano en un juzgado. El consejero delegado, Francisco Román, está pendiente de las órdenes que llegan de Londres o de Italia. Se ha impuesto el gobierno por áreas, o gobierno corporativo. En otras palabras, que las divisiones por países pasan a la historia y que los jefes de área en la sede central imponen sus criterios a los CEO por países.

 

Pero en el caso español se quiere ir a más. Cuando José Manuel Entrecanales abandone la Presidencia de Vodafone España, la central londinense quiere disolver el Consejo de Administración. Y no parece muy justo, dado que España es un país que le "regaló" la licencia a Vodafone y donde la multinacional ha ganado dinero a espuertas y ha aprendido cómo se trabaja en lengua española, un punto central para las telecomunicaciones.

 

La marcha de Ignacio S. Galán de la Consejería delegada supuso el principio del fin de la gestión española.