La estrategia de acoso a sus filiales y factorías españolas por parte de la multinacional alemana Volkswagen continúa. Los responsable de VW se han encargado de recordar, mañana del viernes 28, con motivo de la presentación de resultados del grupo AUDI-SEAT, que la firma española está lejos de alcanzar la rentabilidad deseada. Llueve sobre mojado dentro de la estrategia de no invertir en SEAT y acentuar la crisis de la factoría barcelonesa, que ahora ya sólo interesa para ser utilizada como crédito fiscal, y a la que se quiere convertir en un centro de diseño. Dicho de otra forma, bastaría con entre 500 y 1.000 trabajadores en una plantilla que ahora mismo supera los 14.000.
No sólo eso, la tensión sigue disparada en la factoría de VW en Landaben (Navarra) Aunque es verdad que la central sindical proetarra LAB ha tenido un especial interés en precipitar la crisis y en negarse a negociar un convenio, lo cierto es que la multinacional germana ha aprovechado para comenzar a despedir y a reducir la producción del modelo Polo en Navarra, trasladando parte de dicha producción a Eslovaquia (donde, además, los obreros cobran menos).