El presidente de SEAT, Erich Schmitt, quiere ser presidente de la patronal ANFAC... sin saber español
Francisco García Sanz es director de compras de la multinacional Volkswagen y el único español presente en su comité de Dirección. No se crean que por apellidarse García es más blando con SEAT que el propio Ferdinand Piëch. García Sanz lleva dos años advirtiendo que la situación de SEAT es crítica y que la cuenta de resultados debe mejorar. Él es, también, quien pretende llevar aY es que resulta que, tanto Volkswagen como SEAT, se verán muy afectados por la nueva tasa verde, o impuesto que la moda ecologista colgará a los coches más contaminantes. Por supuesto, el espíritu ecologista siempre se paga con inflación. Por ejemplo, en SEAT calculan que la tasa les va a incrementar el coste entre un 4,75 y un 9,75% por modelo. El 80% de sus modelos contaminan más de lo permitido.
Pues bien, García Sanz se plantó en Madrid para instarle a la ministra Narbona a que flexibilizara la aplicación de la tasa. Narbona se mantuvo firme, pero en el aire queda la sutil amenaza de que pesa sobre el futuro de SEAT y sobre la planta de VW en Navarra. No acudió el presidente de SEAT, Erich Schmitt, entre otras cosas porque se niega a aprender español. Lo que sí hizo fue enviarle una carta -en español, ‘of course'- al presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, asimismo sin resultado.
En el entretanto, desde Alemania presionan a Schmitt para que se convierta en el presidente de la patronal de fabricante de automóvil ANFAC, que es la vía lógica para hacer ‘lobby' pero eso también lo tiene difícil. En primer lugar, por su salud, en segundo lugar... porque no sabe castellano y en tercer lugar porque el actual presidente, Juan Antonio Fernández de Sevilla, de Renault no está dispuesto a ponérselo fácil. ANFAC está controlada por los fabricantes franceses pero es que, además, otras multinacionales han ofrecido sus cargos en España a españoles, como Fernández, Antonio Pérez Bayona, (OPEL), Ignacio Bayón (PSA), o Espinosa de los Monteros (Mercedes). Y todos ellos hablan español.
La tasa verde entra en vigor el 1 de enero, y el Gobierno ZP tiene elecciones en marzo, así que se muestran más verdes que nunca.