El estudio no tiene desperdicio. Si Barack Obama, siguiendo las directrices de su principal asesor económico, el ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, quiere bancos pequeños que recojan depósitos y den créditos, no que especulen en los mercados financieros con sofisticados productos que ni ellos mismos entienden, el presente informe camina por la misma línea de crítica a la especulación financiera de la bolsa, que ha provocado la reciente crisis. Gestiohna asegura que se vuelve a distinguir entre banca doméstica y no doméstica, aunque dentro de esta última es obligado discriminar entre la banca privada -la de gestión de activos- y la banca de inversión, probablemente la más especulativa pero no orientada a particulares al menos en su activo.
Bancos más pequeños y bancos más especializados, y abandono progresivo de la gestión de activos, ahorros de particulares invertidos en productos de alto riesgo sin permiso de sus titulares. Como antes, donde también se llegó a distinguir entre bancos industriales y no industriales. Porque lo malo no está en dedicarse a todo.
En el fondo hablamos de lo mismo. Es lo mismo que hablaba Adair Turner, presidente de la Autoridad Financiera del Reino Unido (FSA), cuando aludía a actividades bancarias socialmente inútiles o lo que se ha referido en El Salvador Felipe González. Traducido y resumido: si no paramos la especulación llegará la segunda parte de la crisis.
Eulogio López
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