Como buen guipuzcoano que soy, como vasco y como español por todos los poros de mi ser, casado, padre de cuatro hijos (tres hijas y un chaval), con una de mis hijas en el Carmelo de Aravaca, he analizado el tema del voto católico "en conciencia" y la cuestión del "mal menor".
Yo creo que la cuestión del voto en conciencia queda resuelto con el programa de un partido político, programa que en su día me leí de cabo a rabo. No me he metido jamás en política, pero como católico y como español tengo mis ideas sobre cómo está España y cómo debiera estar. No se trata en mi humilde opinión de ser de izquierdas o de derechas, sino de defender aquello que es esencial:
Respeto y amor a la patria y a la religión católica
1.1. La religión mayoritaria en España es la católica. ¿No puede recoger nuestra Carta Magna al menos una referencia a nuestra esencia para que el respeto a la identidad y a las raíces de nuestro ser patrio queden totalmente garantizados?
1.2. España es nuestra patria común. Fruto de una herencia Cristiana, de un patrimonio histórico, cultural y artístico que nos convirtieron en la primera potencia del mundo y, particularmente, en la gran evangelizadora de América y otras tierras como Filipinas.
1.3. Las autonomías son un cáncer que está corroyendo España desde hace más de veinticinco años. ¿Por qué? Porque, como previmos entonces algunos, no se conformaron para efectuar un acercamiento administrativo a los ciudadanos, sino que supusieron la creación de unos feudos cainitas y de taifas a los que han ido llegando, cada vez en mayor medida, arribistas y gente de medio pelo o, simplemente, gentuza, que al abrigo de esta partitocracia (o, mejor, plutocracia) han ido creando sus particulares lameculos y agradecidos estómagos.
1.4. Las autonomías no sólo enfrentan a los españoles, sino que están haciendo de nuestros hijos unos perfectos tecnócratas (en el mejor de los casos), incapaces de entender dos líneas seguidas de un texto de filosofía, de moral, o, simplemente, de entender lo que leen, si es que lo intentan.
1.5. La historia la han prostituido al igual que la geografía. Los políticos dirigentes de cualquier partido del espectro actual (desde el PP hasta el PSOE, no digamos ya IU o los nacionalistas), son todos responsables de haber desmembrado España no sólo en lo material sino en los filosófico, en lo moral y en lo conceptual. La derechona, representada por el Partido Popular, con algún matiz, responde perfectamente al estereotipo de que el PSOE hace y cuando el PP llega al poder no cambia nada salvo que evitan males mayores y gestionan económicamente mejor. Pero no hacen nada para regenerar España ni deshacer todo lo que desde el PSOE y adláteres hacen durante sus mandatos.
1.6. Resulta indignante que se toleren en España partidos que abogan no sólo por la abierta secesión sino que hagan uso de la violencia, del terrorismo y la extorsión con la complicidad del resto de los políticos al uso. ¿Podría plantearse en Francia, Alemania, Gran Bretaña o Estados Unidos, no digamos ya China, lo que se plantea en España en términos de territorialidad y unidad patria? ¿Cree Vd. que en algunos de estos países discutirían sobre la "necesidad" de legalizar un partido terrorista? Porque, por si alguien tuviera dudas, lo que hizo en el reino Unido con Irlanda del Norte, fue simplemente dotar de una cierta autonomía a esa zona. Nada más.
Respeto y amor a la vida
2.1 La vida humana es inviolable y sagrada desde la concepción hasta su muerte natural.
2.2 El matrimonio entre un hombre y una mujer debe ser el único reconocido. Cualquier otra unión será muy respetable pero no deber tener los efectos jurídico-prácticos del matrimonio entre un hombre y una mujer, matrimonio, por tanto, abierto a la vida y a la concepción.
2.3 El matrimonio entre un hombre y una mujer abierto a la vida y a la descendencia es la base de nuestra Sociedad. Nada lo puede suplantar.
Derecho a la educación
3.1 Todo español tiene derecho a ser respetado en la libre decisión de cómo educar a sus hijos. Y, desde luego, los católicos tenemos derecho a que se respeten nuestros derechos desde los poderes públicos, a que nuestros hijos tengan garantizada la enseñanza religiosa católica con profesionales debidamente formados y evaluados por quien corresponde, o sea, por la Santa Madre Iglesia.
3.2 Los sinvergüenzas (la palabra está perfectamente escogida) que han establecido los planes de estudio han procurado que nuestros hijos y los alumnos (en plural alumnos significa alumnos y alumnas) de España odien la lengua española mediante un subterfugio perfectamente dosificado:
3.2.1 Les enseñan que el sujeto ya no es el sujeto, sino una suma de palabras al que pueden denominar sujeto nominal, el verbo ya no es el verbo sino el predicado verbal y así han hecho un verdadero lío en el que un chaval de 15 ó 16 años ya no sabe dónde está el sujeto, el verbo, el predicado, el sustantivo, el artículo, el adjetivo, el pronombre, la conjunción o el acento, ahora denominado "tilde". ¡Cuánta imbecilidad!
3.2.2 Una vez hecho esto, lo que antes era sencillo, fácil de recordar e inteligible lo han convertido en no apto para cardiacos y, evidentemente, no saben ni leer, porque no entienden, ni escribir y, obviamente, prefieren entretenerse con la televisión, Internet, o con los juegos de la última consola. Y esto, en el mejor de los casos, porque la evasión de los "librepensadores" que no piensan los lleva derechitos al folleteo, a las drogas y al botellón.
3.3 Como ya ha quedado expuesto, la situación de la Historia, la geografía y las humanidades, en general, han sido, o prostituidas o degradadas hasta niveles insospechados. Obviamente el progresismo, de izquierdas y de derechas, se ha encargado bien de hacer su labor: en contra de la Fe Católica y, por lo tanto, de España a la que se ha arrancado de su raíz.
Economía y moneda
4.1 Económicamente hablando, España, además de los argumentos expuestos, no puede permitirse el lujo de fraccionarse en autonomías ni puede seguir admitiéndolas. Es preciso reforzar un estado central conjugándolo con una descentralización administrativa que perfectamente pueden encarnar las Diputaciones Provinciales. Sobran todos los demás organismos y personajes que viven y cobran del cuento.
4.2 Económicamente hablando, la entrada de España en el Euro fue prematura y precipitada. Ni nuestra industria, ni nuestra economía, ni nuestro sistema financiero podía permitirse, dada nuestra estructura económica y social y nuestra falta de competitividad, perder el único resorte que nos quedaba, como era el manejo de la política económica. ¿Por qué Gran Bretaña, y no es el único país de la UE, no entra en el Euro? ¿Por qué Suiza ni se plantea entrar en la Unión Europea?
4.3 España debe volver a detentar su poder monetario saliendo, pues, de la zona Euro, volviendo a manejar nuestra política monetaria y volviendo a la deshonrada peseta. ¿Por qué? Porque mientras nuestra productividad, estructura económica, PIB y Valor Añadido Bruto y nuestra balanza exterior no mejore seremos incapaces de crear empleo estable y de calidad.
4.4 Los sindicatos deben dejar de ser meros instrumentos de los partidos de izquierda, del PSOE, en concreto. Ni UGT ni CC.OO. ni ELA o LAB defienden a los trabajadores sino a sus afiliados y a los partidos políticos que les respaldan: PSOE, PNV y Herri Batasuna-ETA. Los parados y los inmigrantes les importan nada. El bienestar de los españoles no les importa nada. Ahora, mantener sus puestos sí les importa.
Política exterior
5.1 ¿Hacia dónde debiera mirar España? España forma parte de la esencia de Europa, pero también forma parte de la esencia de Hispanoamérica, no de la mal llamada Latinoamérica, a cuyos hijos dejamos vergonzantemente abandonados a su suerte en las Cortes de Cádiz, provocando dicho abandono y la Masonería la obvia sublevación contra quien así abandonaba a sus hijos de ultramar.
5.2 ¿Acaso España y Portugal no formaban la provincia romana de Hispania? ¿No podemos reforzar esos lazos y buscar lo que nos une?
5.3 Y, de igual manera, ¿no debiéramos reforzar los lazos de unión con todos los países de Hispanoamérica y muy particularmente, por el cariño que sigue sintiendo allí, hacia España, con Argentina?
5.4 España debe ser tierra de acogida. Sí, pero garantizando primero que quienes aquí vengan vayan a tener un trabajo digno y unas posibilidades reales de desarrollo personal y familiar. Cualquier política que favorezca la inmigración indiscriminada es una falacia y un engaño que no sólo perjudica a los españoles sino que perjudica, y esto es más grave, a quienes dejándolo todo vienen a nuestra Patria en busca de un futuro mejor y se encuentran con la amarga decepción de ser los primeros que sufren en sus carnes y en sus familias una situación económica desastrosa.
¿Qué se necesita entonces?
Partiendo del respeto a la democracia parlamentaria, se necesita un partido político que encarne estos valores: España, respeto a la Tradición y Catolicidad. Sobra cualquier otro adjetivo. Y sobra un partido que defienda sólo la vida, como sobra un partido cuya razón de ser sea la reinstauración de una monarquía que ya no tiene descendencia. Y faltan ideales nobles, altura de miras para que quienes así piensan y tienen poder e influencia (al menos alguna), dejen de mirarse al ombligo y se unan. Y, bajo mi punto de vista, insisto, humilde, pero respetable, ya hay hoy en España un partido que encarne estos ideales: se llama Alternativa Española. Yo me leí su Programa Electoral y encarna perfectamente estos valores. ¿Por qué no lo promocionamos entre todos? ¿Por qué en Intereconomía ni se lo menciona? ¿Por qué César VIDAL o Federico Jiménez Los Santos no lo mencionan? ¿Puede, en conciencia, un católico votar a otro partido en circunstancias normales? Yo creo que no. Y esto hay que decirlo. Con la excepción que le expongo a continuación.
También le voy a ser sincero y práctico: en las actuales circunstancias, que no son normales sino de emergencia nacional, creo que no queda más remedio que acudir al voto útil del mal menor y al Partido Popular para evitar la desmembración de España y la ruina económica de los españoles y el sufrimiento de sus familias aún más. Eso sí, este será mi último voto al Partido Popular. No representa a mis ideales y nunca lo ha hecho. En algún momento lo voté por mi amistad con Gregorio Ordóñez y porque sabía de sus creencias y valores personales. Como Partido no me ha decepcionado precisamente ayer sino desde el mismo momento de su nacimiento y la trayectoria de las CC.AA. gobernadas por este Partido, con la honrosa excepción de Navarra en los inicios, que no ahora, de Unión del Pueblo Navarro, son el reflejo de la falta de pasión en la defensa del noble ideal de una España unida con una lengua común, el español y una religión católica. Vaya Vd. a Valencia, Alicante, Galicia y admire los resultados de la inmersión lingüística practicada de manera ostensible y sin rubor en dichas CC.AA. No hablemos ya de que el partido popular defienda sin ambages los ideales de la raíz y el ser de España: el Cristianismo, del que se jactan algunos de sus prácticos y farisaicos líderes. Mientras no adopten con valor los ideales que planteo más arriba, con la excepción de las próximas elecciones, por las circunstancias excepcionales que atravesamos y sólo por criterios de evitar que de mi voto se aprovechen el Partido Socialista, IU, PNV, Batasuna-Bildu, CIU, ERC, mi voto se irá, como ya fue en las anteriores elecciones generales a Alternativa Española.
Juan Mª López Osa