El ministro de Educación ha acertado al dejar sin efecto la orden ministerial del 29 de octubre que recortaba las becas Erasmus para miles de alumnos ya desplazados a diferentes universidades europeas.
Era un error aplicarla con efectos retroactivos, pero también es dudoso que sea un acierto mantenerla para el próximo curso. Es posible que, después de 25 años, sea necesario revisar la concesión de estas becas.
No obstante, pienso que no se debería hacer sin contar con la opinión de las universidades y con la experiencia de los alumnos.
Jesús Martínez Madrid