La polémica Telefónica-Lagos ocurre en Chile, el país más estable de Iberoamérica, mientras Embratel y Telmex afianzan sus relaciones para conquistar el mercado latino de telecomunicaciones. La teleoperadora mexicana presidida por Carlos Slim se dispone a adquirir Embratel manteniendo su compromiso con el mercado brasileño a pesar de que el consorcio formado por Telefónica España, Telecom Italia y Citigroup pujó por 550 millones de dólares frente a los 360 cerrados con Telmex. Conviene recordar que Telmex invirtió en el mercado brasileño 6.000 millones de dólares en el último trienio y que goza del apoyo incondicional de ese "hombre de Estado" y embajador empresarial llamado Felipe González. Todo sea por la causa socialdemócrata, aunque, a lo mejor, González cambia de bando tras el triunfo de Zapatero: nos cuesta creerlo.