Un año más, la Bolsa española negocio el Día de Reyes, obedeciendo a ese espíritu borreguil y colonial de los intermediarios financieros. Como en Jueves Santo, otra fiesta con gran tradición en España, se ha trabajado en la Epifanía por la única razón de que Wall Street, la City londinense y los mercados asiáticos sí abrieron.
El volumen negociado fue escaso, entre otras cosas porque las fechas navideñas han hecho que muchos intermediarios no se hayan incorporado a sus pantallas hasta el 9 de enero lunes.
Andrés Velázquez
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