Ahora hay que ver cuánto dura el efecto y, lo más importante, si consigue que la economía norteamericana crezca
Ni 50 puntos básicos ni 100: han sido 75. La Reserva Federal norteamericana, no como el Banco Central Europeo (BCE), sí toma decisiones y ha decidido que la economía gringa necesita un aporte de vitaminas en forma de una nueva, y esta vez sustancial, rebaja del precio del dinero nada menos que en tres cuartos de punto (hispanidad.com/noticia_ep.aspx?ID=20080318195152), con lo que lo ha dejado en el 2,25. De este modo, Ben Bernanke sigue los pasos de Alan Greenspan, quien, en su momento de casi recesión, optó por situar los tipos camino del cero y, al final, se salió con la suya.
Las bolsas europeas ya habían cerrado cuando se conoció la decisión pero, fiados de las promesas de la Administración norteamericana subieron fuerza: el Ibex 35 de Madrid subió un 2,96. Ahora hay que ver cuánto dura la alegría. Las medidas monetarias pueden tener mucho efecto, pero siempre es fugaz.