El 27 de mayo del año pasado, coincidiendo con la fiesta de Pentecostés, como es costumbre se hizo la Romería a la Virgen del Rocío, santuario de la Virgen situado en la villa de Almonte (Huelva).
Acabada la Santa Misa, la Hermandad Matriz proclamó: que por expreso deseo del Papa Benedicto XVI se le concedía a la aldea de El Rocío la celebración de un año jubilar, que comenzaba el día 15 de agosto de 2012 y terminará el 7 de septiembre de 2013.
Tras el anuncio se produjo un estallido de aplausos y vivas a la Virgen del Rocío y al Papa. Los peregrinos asistentes en aquella Santa Misa lo celebraron "in situ". Otros lo hicieron desde sus casas.
El día de Pentecostés un año después, al volver a presenciar por TV la tradicional romería y apreciar la fe de todos los pueblos que se reúnen en torno a María Santísima esperando la venida del Espíritu Santo, tras las palabras la Consagración y escuchar los cantos de los rocieros, metidos con toda su alma y corazón en el Santo Sacrificio, me venía al pensamiento lo que dijo la consejera de Educación del Principado de Asturias: "enviaría una circular a todos los centros de enseñanza para que pusieran en sus calendarios escolares a partir del próximo curso, que los periodos no lectivos de Navidad y Semana Santa pasarán a llamarse 'vacaciones de invierno el de Navidad y vacaciones del segundo trimestre el de Semana Santa'".
Vea que contraste entre la fe y tradiciones de un pueblo y la imposición ideológica de algunos de sus políticos, esto mismo pretenden hacerlo en Andalucía, no quiero pensar la que se puede montar si a Andalucía le quitan la Semana Santa.
Pedro J. Piqueras Ibáñez