Es decir, de quienes ha puesto en marcha una de las iniciativas más revolucionarias de la Iglesia en el siglo XXI: adorar al Santísimo, expuesto en la custodia, que siempre debe estar acompañado, de forma permanente. O sea, ese tipo de iniciativas que realmente cambian la historia, porque yo estaré con vosotros siempre hasta la consumación del mundo, pero eso no significa que haya que esconderle en el Sagrario.
Por cierto, se necesitan unas 300 personas para garantizar la adoración perpetua. Usted puede ser el siguiente en poner en marcha una de estas iniciativas. ¿Quiere saber cómo? Pónganse en contacto con el promotor, el sacerote argentino Justo Lofeudo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com