Señorías ustedes me perdonarán.

Pero yo no voté una Constitución para que a los pocos años la cambien así como así. Yo no voté un Estatuto de Autonomía, para que hagan los que les de la gana.

No culpo ni a derechas ni izquierdas, porque no hay ninguna visible. No hay partido que lleven a la cumbre a esta España del paro, la sumisión y el raterismo. Que se merece otra clase de parlamentarios.

No voté a mis parlamentarios para que solo ganen dinero y tampoco a mis senadores y sólo hagan política de partido. Les voté para que supiesen administrar bien, porque vosotros sois los empleados de los que los votamos. Tienen que dar cuenta de todo y no sisar como cualquier chacha en la compra.

Yo no voté para que amigos extranjeros se rían de nosotros. Yo no voté para que se den la gran vida a costa de los votantes.

Creo sinceramente que todos, sin faltar uno, deben dimitir lo antes posible y crear una nueva sociedad de políticos servidores del pueblo a quienes deben su trabajo. Se me caería la cara de vergüenza si yo fuese diputado y estuviese en peleas de partidos y partido contra otro partido.

La Democracia es por y para el pueblo, no por y para el partido de cada uno y por eso están entrando en la factoría del descrédito nacional ¿o son realidades nacionales? Piénsenlo y háganse una catarsis, porque dejan mucho que desear, al menos esa es la opinión de muchas personas desencantadas.

Antonio González Álvarez

an_go_al@hotmail.com