Y es que los "progres" están desatados para cumplir de manera escrupulosa la agenda de "derechos civiles" anunciados por Fernández de la Vega. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado en la mañana del lunes 13 la regulación del "matrimonio" homosexual antes del 1 de octubre. Esto sí que es una cuesta de septiembre...

 

ZP responde así a la demanda del colectivo gay, cuyo lobby ha trabajado con ahínco (con perdón) las relaciones con el poder y el impacto mediático. La medida resulta demagógica porque los homosexuales no sólo no desean el matrimonio, sino que lo denigran. Pero lo que más sorprende es que ZP tenga tanta prisa para guiñar a un colectivo que, en privado, reconoce importarle más bien poco. Ninguna prisa, sin embargo, para promover el Plan Integral de Apoyo a la Familia que anunció a bombo y platillo. Cuestión de sensibilidades, con perdón de nuevo.

 

Además, la regulación resulta ajena a la demanda social. Las encuestas señalan que los españoles se muestran relativamente tolerantes con el "matrimonio" homosexual, pero absolutamente intolerantes con la posibilidad de que estos colectivos adopten niños. "Se usurparía el derecho del niño a ser educado por un padre y una madre por un inexistente derecho de este colectivo a adoptar", señala Eduardo Hertfelder, presidente del Instituto de Política Familiar (IPF).