Como sigue sobrando dinero en las arcas públicas, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quiere continuar con su práctica de ayudar con 400 euros a los parados sin prestación durante otros seis meses más.
En un momento en que España está tratando de apretarse el cinturón y evitar más gasto público, parece una medida contradictoria, aunque es cierto que desde el Gobierno se debe tratar de ayudar a paliar el drama que viven millones de españoles. Pero volvemos al mismo problema de siempre. Esta medida parece más bien de carácter defensivo y marcadamente electoralista ante una convocatoria a las urnas que tendrá lugar en unos meses.
Más que plantear ayudas a los parados, que en muchos casos son necesarias, habría que preguntar al Gobierno qué se está haciendo -y haciendo bien-, para que casi cinco millones de españoles puedan encontrar un trabajo. Porque, aunque habrá casos en los que no, la mayoría de los que actualmente se encuentran sin empleo, preferirían un trabajo a simplemente cobrar 400 euros de papá-Estado.
Los españoles lo que quieren es trabajar, poder llegar a fin de mes, y con prórrogas de ayudas, y eso sí, peticiones de moderación salarial, no parece que se vaya a solucionar este problema.
Andrés Velázquez
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