A pesar de la magnitud de la derrota del PSOE en tantos ayuntamientos y autonomías, ningún dirigente socialista de importancia dimite ni asume responsabilidades democráticas por la debacle electoral.
Y menos que nadie, Zapatero, que ignora los resultados, no reconoce errores de bulto y se sigue atrincherando en su poltrona de la Moncloa. Resulta lamentable que sea incapaz de hacer una mínima autocrítica y todo se lo atribuya de forma exclusiva a la crisis.
Sí, ahora resulta que la culpa de todo la tiene esa crisis que él siempre dijo durante años que ni siquiera existía.
Rosa Álvarez