Menciona a IU, pero ignora a ERC y al BNGa

En su primera entrevista televisiva como reelegido presidente de Gobierno, Zapatero lanza un par de guiños a catalanistas y vasquistas de cara a conformar sus apoyos parlamentarios. Los catalanes se frotan las manos, aunque se dejan querer. "Es a él a quien toca mover ficha". Tampoco las tienen todas consigo. Al fin y al cabo es el PSC quien se ha metido un subidón, así que aunque CiU sea necesario, el adversario sigue siendo el PSC.

En todo caso, el acuerdo con CiU sería el que daría más estabilidad al Gobierno y cierta coherencia a la política económica. Es esta la petición del Instituto de Estudios Económicos. Si además Durán i Lleida es nombrado ministro, la lealtad de los catalanistas queda más garantizada, que nunca llega a un precio relativamente barato. Eso sí, a costa de que chirríen las ruedas del socialismo catalán federado. Mala suerte para Montilla. Y Carme Chacón, a obedecer. Los ‘charnegos' siempre han sido más sumisos que los burgueses tipo Maragall.

Por otra parte, ZP también tuvo una mención casi cariñosa para IU, una especie de "segunda marca", crecientemente erosionada. Pero curiosamente no mencionó a una ERC que hasta ahora había sido su socia de Gobierno. Ni tampoco menciona al BNGa, sus socios nacionalistas en Galicia. Es decir: el primer mensaje, al menos, ha sido de moderación, sin tratar de resucitar ‘Frentes populares' que generen inquietud en los mercados.