El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está muy trabajado. Como todo el mundo sabe, está todo el día de un lado para otro y no tiene tiempo para respirar. Por eso, de vez en cuando suspende alguna visita importante. El chico necesita descansar, porque el ritmo de la Presidencia es trepidante.
Y claro, no tiene tiempo para menudencias como recibir al Foro Español de la Familia, que, al fin y al cabo, sólo representa a 4 millones de ciudadanos. "No deben de ser de los míos", debe de pensar. Porque, en cambio, sí que recibe a los gays y lesbianas, que, según la "estadística oculta" a la que apela De la Vega, suponen también otros 4 millones de ciudadanos. Y subiendo. Miente que algo queda...
Cuestión de prioridades. Zapatero tiene las suyas. Una foto con Zerolo queda mucho más progre que una foto con Gabaldón. Vaya usted a parar. Así que el chico no tiene tiempo. Y lo más divertido: le remite a un organismo que no tiene competencias sobre el asunto a debate. La eventual futura Ley sobre "matrimonio homosexual es un asunto de Justicia, no de Familia. Y por cierto, en Familia ya recibieron al Foro con representantes de tercer nivel. Vamos que José Enrique Serrano, además de sectario, es un perfecto incompetente. No se puede redirigir a una organización ciudadana a un organismo que ya les ha recibido. A no ser que se encuentre enajenado temporalmente por un ataque de "talante dialogante", como el que representa nuestro afamado presidente del Gobierno. "Ansia infinita de paz, amor al bien, mejoramiento de los humildes y a los adversarios que les vayan dando".