Lo decía hace unas semanas un vicepresidente de la Comisión Europea: el semestre español ha estado cargado de temas, pero el menú no ha sido decidido por España. Más claro, agua. Este martes, el presidente Zapatero comparecía en el europarlamento para hacer balance del semestre español. Por supuesto ha tratado de vender los éxitos del semestre con la mejora de la coordinación económica. Una coordinación que -recordemos- no ha sido impulsada por España. Por su parte, Salgado presume de haberse reforzado el Pacto de Estabilidad. Ver para creer.
El Pacto de Estabilidad se refuerza ante los déficits desbocados de todos, especialmente de los países sureños. España fue el país que mayor porcentaje del PIB dedicó a los planes de estímulo tras Arabia Saudí que, como todo el mundo sabe, tiene serias restricciones presupuestarias. La agenda económica fue marcada por Alemania ante la incapacidad de Zapatero-Salgado.
Y desde luego, han saltado por los aires algunas premisas que permitían seguir confiando en la moneda única. Por ejemplo, que el BCE compre directamente deuda soberana es una herejía. Y que se rescate a un estado miembro es otra. Por eso hay quien no da ni un euro por la unión monetaria.