La opinión de Europa, sobre la presidencia Española en las Naciones Unidas, ha sido unánime.
La acepta porque le toca por turno, pero son muy escépticos sobre lo que puede aportar a la unión un Gobierno como el que ha ejercido el Sr. zapatero en esos últimos años.
Ha dejado a España, un país que avanzaba con peso en el mundo occidental, en un país atascado, con 4 millones de parados el más alto de la unión y sin menor asomo de que esto se pare. Este paro sigue aumentando según el ministro de Trabajo.
Lo que es peor es que no hay ningún proyecto creíble ni bien organizado y por lo tanto ningún indicio de recuperación.
El país parece que se ha hundido en un sopor, que nos resignamos como se si tratara de algo inevitable: una fuerza de la naturaleza desatada.
En este triste panorama, sólo aparece la continua palabrería del Gobierno prometiendo todo lo que van a hacer ¡jamás dicen cómo!, y así se va quedando todo en promesas. Cada idea genial con que el presidente pretende entusiasmarnos como la economía sostenible, el dinero a los jóvenes, etc. son como fuegos artificiales que distraen por su vistosidad y quedan, como hemos podido comprobar, en humo.
Julia Huici