La propuesta eleva la factura a los 1.000 millones de euros
El presidente Zapatero está acorralado. Como hiciera antes de ganar las elecciones del 14-M promete el oro y el moro. Y como sabe que Rajoy le va a acorralar con que la legislatura está acabada y la sinvergonzonería de la negociación con ETA, ha vuelto a sacarse de la manga la propuesta de ayudar con 2.500 euros a cada niño que nazca. "España necesita más natalidad". Bienvenido al invierno demográfico. Lástima que los políticos se acuerden de la política familiar en periodo electoral.
En realidad no es exactamente la misma propuesta que la formulada antes del 14-M. Entonces prometió 2.500 euros a partir del segundo hijo. En esta ocasión, se trata de una ayuda universal. Está bien, aunque sigue quedándose corta, porque según las asociaciones de consumidores, el coste de un hijo durante su primer año de vida asciende a los 7.500 euros. Es decir, que Zapatero pretende cubrir un tercio de ese coste. Y después, ¿qué? Después que los padres se las apañen, que para eso son padres. Ni una mención de la actualización de la paga de los 100 euros, ni tampoco de la universalización de la paga a las mujeres al cuidado del hogar tal y como prometió en el Congreso de Familias Numerosas de Santiago, en febrero de 2004.
Por cierto, teniendo en cuenta que cada año nacen en España 400.00 niños, la propuesta que ZP se acaba de sacar de la manga asciende a los 1.000 millones de euros. Es decir, dos veces el coste actual de la Ley de Dependencia. No sé por qué, pero seguramente que Solbes habrá empezado a tener sudores fríos al escuchar al presidente. Al fin y al cabo, ¿qué le importa a Zapatero el superávit presupuestario? Estando la cosa electoral más bien fea, hay que tirar la casa por la ventana. Total, como dice Carmen Calvo, el dinero público no es de nadie.