El Gobierno quiere liberarse del lastre de la Justicia en asuntos como el Estatuto catalán y el gaymonio
En su discurso de investidura como presidente, Rodríguez Zapatero ha propuesto tres pactos de Estado: uno sobre financiación autonómica, otro sobre Justicia y un tercero contra ETA. Precisamente las áreas donde el Gobierno no ha conseguido imponerse por las bravas. Las Comunidades Autónomas no ponen límite a sus aspiraciones. Por ello, ZP pretende reformar el sistema de financiación aumentando la cesión de impuestos, equilibrando las aportaciones en materia de Sanidad y Educación y permitiendo espacios fiscales propios.
Zapatero propuso también un pacto para desbloquear la renovación de los órganos judiciales, el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional. Sin duda, el PSOE sabe que sacar adelante sus leyes pasa por el control de la Justicia. Así, el Estatuto de Cataluña o la ley del gaymonio no quedarán clarificados jurídicamente mientras se mantenga la guerra institucional, comenzada por el PSOE con la recusación de los magistrados propuestos por el PP y la prórroga de Mª Emilia Casas en la presidencia del TC. El PP tendrá que ceder.