La ausencia de debate político español en torno a la Constitución española convirtió a nuestro país en el lugar escogido para realizar el primer referéndum, que deberá de ratificar el tratado constitucional. Se trata de ofrecer un buen ejemplo a nuestros socios europeos antes de que ellos pasen por las urnas.

 

Zapatero quiere amarrar el éxito de la convocatoria. De momento, ha convocado para el próximo mes de septiembre en Madrid una cumbre tripartita entre Francia, Alemania y España. ZP prometerá hacer todos los esfuerzos para lograr un holgado sí a la voluntad del eje. Y no le será difícil porque hasta ahora sólo ERC ha anunciado su oposición a la Constitución europea. Los grupos de izquierda radical y algunos movimientos católicos también planean sendas campañas por el "NO".

 

Pero el consenso político será casi total. No así el consenso ciudadano, que, de nuevo, se quedará huérfano de representación política. Aún así, ZP no quiere arriesgar e idea modificar la legislación electoral en materia de referéndums para que los partidos puedan recibir financiación pública y el Gobierno realizar campaña institucional. Aunque oficialmente se trata de animar a votar y no de incitar el voto, ya se sabe que el referéndum siempre es un "siferéndum". ¿Por qué ese empeño de ZP en satisfacer los deseos del eje franco-alemán? ¿Qué recibirá nuestro país a cambio?