El futuro de un pueblo depende de cómo sea su enseñanza. Existen potencias empeñadas con todas sus energías en quebrantar los cimientos de la educación para cambiarla de raíz y transmutar desde su entraña, la sociedad y el mundo entero.
Estas palabras proféticas de Ratzinger se cumplen acabadamente: Hoy se aparta a los padres de su primera tarea: formar a los hijos según sus ideales abatiéndoles con una moral y una sexualidad perversas a través de asignaturas de diseño.
Padres a los que se les impone el silencio bajo amenazas curriculares de sus hijos, y a los que se les obliga por ley a no poder actuar contra el aborto de sus hijas menores.
Zapatero ha sembrado una cizaña siniestra en el seno familiar por la cual padres e hijos se mirarán con desconfianza, enfrentamiento y división. Pero cómo tendrá que presentar sus cuentas ante el Gran Legislador acabada esta vida, y cómo nosotros, padres, tenemos que velar por una educación que eleve espíritus y corazones de las generaciones que nos han tocado como herencia.
María Ferraz
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