Y no hay muchas: o pacto público-privado o viviendas de precio tasado

El presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero es un político puro, no le importa la eficacia de sus políticas sino su rendimiento electoral. Por esa razón, en uno de sus últimos mítines prometió medidas para abaratar la vivienda antes de que termine la legislatura. Para entonces, fechó una más fácil emancipación de los jóvenes.

Lo malo es que no tenía ninguna idea que avalara esta promesa. Eso se lo encargó a la nueva responsable del departamento de Vivienda, Carmen Chacón. La pobre anda como loca buscando esa solución milagrosa. Por eso, está reuniendo a los promotores, a ver si le aportan sugerencias varias.

Y lo cierto es que no hay muchas. Por ahora se barajan dos. Por una parte, un pacto entre estado, sistema bancario y promotores privados. El primero pondría el suelo, el segundo financiación, y el tercero construiría, y todos ellos a un precio pactado de antemano. La otra posibilidad es la vivienda a precio tasado con ventas fiscales, algo que ya se intentó en tiempos de Aznar, aunque fue rechazado por el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El asunto es muy sencillo: a cambio de una reducción o anulación, del impuesto de sociedades,  los promotores se comprometen a construir viviendas a precio fijo y más baratas que el mercado. En aquel momento se plantearon viviendas de sesenta metros cuadrados pensadas especialmente para jóvenes a la búsqueda de su primer piso y para inmigrantes. El caso es que el señor presidente necesita una idea para vender vivienda barata antes de que termine la legislatura. Y lo bueno de las ideas es que sean rentables electoralmente cuando se anuncian, no cuando se ejecutan. De ahí que doña Carmen esté trabajando muchas horas.

Por cierto, ambas ideas ya fueron planteadas por su predecesora en el cargo, María Antonia Trujillo, el problema es que manos tijeras, es decir, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, no está dispuesto a que el estado reduzca sus ingresos y le cortó las alas a la extremeña, a lo mejor ahora su sucesora catalana cuenta con más apoyos políticos.