El vodevil del previsible salvamento del sistema bancario español continúa. Afortunadamente, el Gobierno Zapatero, en un principio casi entusiasmado por seguir los planes de Barack Obama, estaba dispuesto a poner en marcha el famoso fondo de salvamento bancario sólo que se ha dado cuenta de que no tiene un duro. España camina hacia la ruina sin haber tomado medidas de enjundia contra la crisis y con un paro galopante. En definitiva, no hay dinero para salvar bancos, por lo que, siempre astuto, el presidente del Gobierno ha concluido que los bancos no tienen necesidad de ser salvados y que se arreglarán con fusiones.
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), es uno de los convencidos de que, no sólo el presidente del Gobierno tiene la inteligencia de un ornitorrinco, sino que la vicepresidenta, Elena Salgado, por la que siente una acentuada animadversión, podrá competir con su jefe en una oposición sobre capacidad gerencial. Porque, repite a sus colaboradores en el Banco de España, no se tata de cubrir coeficientes de solvencia o niveles mínimos de solvencia -además, la mora sigue creciendo-, es decir, no se trata de que los bancos y las cajas no quiebren, sino de que disponga de la liquidez necesaria para seguir limitando el sistema.
Un detalle: En Moncloa y en el caserón de Alcalá, sede de Economía, andan felices con iniciativas como las de Caixa Catalunya, Caja Madrid o Banco Santander, entidades que se han visto obligadas a embargar viviendas por impago de los promotores o de los compradores y, al no poder sacarlas a un mercado, se han decidido a revenderlas con descuentos de hasta el 30% de su valor.
Más preocupante sería que se repitieran casos como el de los dos fondos titulizados de Caja Madrid que han suspendido pagos de intereses. Y es que la titulización, la actividad financiera especulativa que ha llevado a la quiebra a la banca norteamericana, sí es preocupante si se extendiera. ¿Qué pinta una caja de ahorros titulizando?
Otra salida son las fusiones. Por una parte, Salgado asegura -en sede parlamentaria, oiga usted- que lo mejor son las fusiones. Desde Cataluña, le apoya el presidente, José Montilla, quien apuesta por las fusiones de las cajas de ahorros catalanas -todo el mundo se ha puesto a pensar en las tres de fundación pública: Catalunya, Girona y Tarragona, pero La Caixa aún no ha recibido ningún encargo para absorber entidades en crisis.
En cualquier caso, el Gobierno mira a corto plazo y está intentado o bien paralizar o bien reducir al mínimo la aportación pública a cajas de ahorros en crisis. Al menos, si puede evitarlo, no habrá fondo, a pesar de que el Banco de España asegura que mejor un día antes que un mes después... y que no se podría evitar. Es el Guadiana del ya famoso, aunque aún inexistente, fondo de salvamento bancario.
Eulogio López
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