Lo parece, pero no es coña. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, conocido en toda Europa como Mr. Bean, propone sancionar a los países que no cumplan con los objetivos del Tratado de Lisboa, por ejemplo, en materia de empleo e I D. España lo tiene claro: con 4 millones de parados declarados más otro 1,5 millones ocultos, con la tasa de paro mayor de Europa (salvo Letonia), el peor incremento de desempleo así como el mayor paro juvenil y femenino del continente.

Cada país tiene el presidente que se merece. Ahora bien, ¿qué hemos hecho los españoles para merecer éste? ¿Tan malos somos?

Ahora bien, en estas circunstancias, ¿como consigue ZP sobrevivir, siendo el hazmerreír de Europa? ¿E incluso sacar pecho? Pues con una ligera confusión acerca del principio de solidaridad. Para el consumo interno, ZP practica la solidaridad de la subvención pública. Ahora bien, el gobernante solidario no es aquel que ofrece subvenciones, dado que no las paga con su dinero, sino con el dinero de los demás.

De cualquier forma, lo que está en quiebra en España es el principio no negociable del bien común, con un presidente dispuesto a mantenerse en el poder hasta el 2012 aunque destroce el país y una oposición que no ofrece recambio sino que sólo vive del daño electoral que produce la idiocia gubernamental.

Eulogio López

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