El Gobierno llama a rebato: hay que salvar a PRISA y a Mediapro, sus dos órganos de propaganda. Los bancos y Telefónica tendrán que hacer un esfuerzo. Para vestir al emperador, los bancos obligan a PRISA a una ampliación de capital de 900 millones de euros, es decir, más de lo que vale en bolsa (821). También exigen que se reduzca su plantilla en 2.000 personas. El Gobierno asegura que la central de derechos de Mediapro y PRISA pasará los trámites de competencia

Ya lo advertimos: retorciéndole el brazo a los bancos y Telefónica, y con alguna que otra ayuda legal, Zapatero se dispone a salvar al grupo PRISA y a Mediapro, sus dos principales aparatos de propaganda. Sólo que se está pasando de descarado. El paripé de una PRISA enfadada con Moncloa ya no cuela ni en Génova que se caracteriza por su ingenuidad al respecto.

Se trata de sacar al imperio Polanco de la quiebra en la que se encuentra y de permitir la supervivencia del otro aparato de propaganda de ZP de cara a las próximas generales: La Sexta-Mediapro.

Hispanidad informó en exclusiva -aunque en Expansión nos robara la información- del monopolio creado entre Mediapro y PRISA para explotar los derechos de retrasmisión deportiva. Pero eso no basta para salvar a los amigos. Lo más importante es la deuda: Mediapro debe 2.300 millones, pero sus principales acreedores son el ICO y el Instituto Catalán de Finanzas, así que no se verá ahogado. PRISA, sin embargo, se mueve en terrenos más privados, así que debe salvar, de entrada, a los 1.950 millones de euros que ya vencieron en marzo y que les debe a una serie de bancos, encabezados por los extranjeros HSBC y BNP y por los españoles Santander-Banesto, Caixa y Caja Madrid.

El Gobierno ya les ha pedido a los bancos que sean comprensivos. HSBC y BNP no lo son, y aprietan las clavijas. Exigen -los españoles exigen poco o nada, porque tienen miedo de PRISA- a los Polanco que les presenten un plan de reconversión. De entrada, lo más importante, lo que menos se cita: tiene que reducir su plantilla de 13.000 a 11.000 trabajadores.

De salida, deberán ampliar capital en 900 millones de euros. Ahora bien, toda PRISA vale ahora 821 millones de euros en bolsa y nadie da un duro por las ampliaciones, especialmente de una compañía cotizada cuyos fuertes son los intangibles, algo poco valorado en tiempos de crisis. Es igual, cuando el viento sopla de popa, políticamente de popa, seguro que la ampliación se cubre. Por de pronto, Telefónica ya ha dicho que a ellos no les metan en el ajo, entre otras cosas, porque como vuelvan a convertirse en socios de PRISA se ganarán la enemiga eterna de Pedro José Ramírez. Naturalmente, Expansión, del mismo grupo que El Mundo, asegura que ya se lo han pedido, en un ejercicio de periodismo verosímil de lo más loable.

En cualquier caso, no parece que los grandes editores estén muy tentados para entra en El Mundo. De otra forma, ya conocen la respuesta del mexicano Carlos Slim, que el lunes estuvo en España: si quieren que compre PRISA lo compro entero y por su valor bursátil. Felipe González y Cebrián tratan de que se conforme con una participación minoritaria, pero el hombre más rico del mundo sólo acepta controlar.

Por cierto, la editorial Santillana no la quieren ni Bertelsmann ni Pearson, aunque El País se empeñe en filtrar lo contrario. De la misma forma que ni Telefónica ni Vivendi quieren Digital Plus, aunque se puede ver obligado a comprarla.

Y no, no se rechaza ningún otro instrumento para salvar a PRISA del cierre.  ZP les necesita para ganar las próximas elecciones, aunque sus campañas contra el PP madrileño y contra el PP valenciano, los dos grandes graneros de voto popular, no parecen haber dado resultados el 7 de junio. El más importante de todos: que los bancos no cobren todo lo que se les debe, operación que se disfrazará con refinanciación. Por cierto, los bancos españoles le han hecho todo un favor a los Polanco: han respondido negativamente a la oferta de HSBC y BNP de que se queden con su parte del préstamo de 1.950 millones, parte que superan los 700 millones. Y por cierto, hablamos de la deuda contraída para la estúpida OPA lanzada sobre el 100 por 100 de Sogecable. Pero la deuda global supera los 5.000 millones de euros. PRISA se salvará pero será una empresa endeudada para mucho, mucho tiempo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com