Ni reducción de impuestos ni incremento de la inversión pública. ¿Solbes orillado? Ni de broma: el principio del equilibrio de las cuentas públicas seguirá siendo el gozne del zapaterismo, como lo fue del aznarismo. En definitiva, que se habían podido ahorrar el Consejo de Ministros de agosto y no interrumpir sus vacaciones

Medidas cosméticas, sólo eso. Gestuales, desde luego, porque a Rodríguez Zapatero le encanta convocar un Consejo de ministros el 14 de agosto, monográfico sobre la crisis económica, y hasta se ha barajado la posibilidad de que el Ejecutivo se reduzca sus salarios. A fin de cuentas, en un ministro el salario es un componente más de su tren de vida, sólo eso.

En cualquier caso, el ministro de Industria, el único opositor a la verdad oficial, Miguel Sebastián, siempre activo, ha propuesto un paquete de medidas -que en Hacienda consideran ideas sin desarrollar- sobre inversiones en infraestructuras, sobre todo en redes de transporte, energéticas y de telecomunicacones (en estas últimas, la ventaja es que serían los privados, sobre todo Telefónica, quien correría con parte del gasto).

Todo ello comportaría la ruptura con lo que ha sido el gozne de la política económica tanto de Rodrigo Rato como de Pedro Solbes: el equilibrio fiscal. Sin embargo, la idea de Sebastián choca tanto con la Vicepresidencia Económica como con el Banco de España. Además, Solbes insiste en que la bajada del precio del petróleo mitigará los efectos de la crisis. Por tanto, el paquete de medidas de Sebastián no ha entrado en lo que podríamos denominar proceso de diálogo.

Otro argumento de Solbes, el más utilizado desde que comenzara la crisis, consiste en recordar que estamos a primeros de legislatura y que, en pocas palabras, no hay mal que 100 años dure. El Banco de España le apoya y ZP es un recién converso a la teoría de que, en una economía global, ni las glorias ni las crisis son méritos propios, aunque convenga enfatizar las primeras y negar las segundas o atribuírsela al "mal de muchos".

Por tanto, el plan social demócrata, que implicaría más déficit -en el que ya navegamos por mor de un desempleo creciente- hay más endeudamiento público ha sido laminado antes de entrar en pleno. De esta forma, quienes interpretan la presencia de ZP en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos como una desautorización y marginación del vicepresidente Pedro Solbes se equivocan: la solución socialdemócrata -aumentar la inversión pública- a la crisis ha sido abortada. Y si, por si un aquel, los populares insistieran en la solución liberal -reducción de impuestos y aumento del consumo privado- se les responderá con la demagogia propia de Leyre Pajín: ¿Qué quiere el señor Rajoy que recortemos: las pensiones o las becas?

No tenían que haber interrumpido sus vacaciones. Apenas era necesario.