España es el primer consumidor mundial de smartphones -un teléfono inteligente construido sobre una plataforma informática móvil-, seguido de Singapur. El 92% de los españoles tienen al menos uno. Cada año esta cifra va aumentando. La cuota de implantación de estos dispositivos, en nuestro país, supere al resto de todo el mundo no se corresponde con su nivel de uso ni el tipo de apps -una aplicación a través de la  cual se puede comprar casi todo- que consumimos con respecto a otros países. Un estudio realizado por Simon Kemp para We are Social nos da unos cuantos datos de interés. En general, no explotamos nuestros móviles al máximo, sino que muchos de los usuarios lo emplean como un móvil al uso, haciendo y recibiendo llamadas. En el escenario europeo, hay 1102 millones de conexiones móviles, cifra que sorprende sabiendo que somos unos 86 millones habitando en el continente. Muchos de ellos poseen más de tres líneas móviles. En contraposición a la inclusión del smartphone, vemos el escaso éxito de las "tablets" -un ordenador portátil de mayor tamaño que un teléfono inteligente-, puesto que solo el 38% de la población española tiene una en casa. Somos casi 36 millones de usuarios conectados a internet en España y, sin embargo, hay más móviles que ordenadores portátiles. Por ello nuestro país podría ser el fiel reflejo de cómo el mundo está entregado a la telefonía móvil. En cuanto a la compra de smartphones, según Kantar y Deloitte, se ha producido un descenso generalizado de su compra, con una caída, con respecto al año anterior, de un 11%. "La saturación del mercado es la principal causa del estancamiento del sector del smartphone en España apunta Thibaud de Lazauze, CEO de Back Market. Si los principales desarrolladores de tecnología móvil sacan actualizaciones de sus propios móviles, no habrá regeneración real de dispositivos ya que no pasa el tiempo necesario para ello. Frente a este escenario, fabricantes como Samsung o Apple están dando salida a su stock acumulado dando la posibilidad de entregar sus dispositivos antiguos para que el fabricante lo arregle y vuelva a comercializarlo a un precio más reducido. Clemente Ferrer clementeferrer@clementeferrer.com