La tradicional televisión convencional fuerza al espectador a acomodarse a su programación. Con la ayuda de los smartphones -móviles inteligentes- y de las aplicaciones que se encuentran en las entrañas de los dispositivos móviles, el espectador podrá visionar lo que le apetece cuándo y cómo quiere, y eso es algo con lo que la pequeña pantalla no puede luchar. Así lo demuestra el creciente auge de los servicios de suscripción de vídeo bajo demanda (SVoD) -libreta de direcciones dinámica-. En Netflix el espectador tiene a su alcance miles de películas y series. Comparados con las clásicas cadenas de televisión, los servicios SVoD disfrutan de una gran ventaja. Mientras los canales de televisión saben cuántos espectadores han visionado sus programas, los servicios de vídeo en streaming -se utiliza para optimizar la descarga y reproducción de archivos de audio y vídeo que suelen tener un cierto peso- saben lo que han visto todos y cada uno de sus televidentes, cuándo y cómo lo han visto y durante cuánto tiempo. Netflix, Amazon y otros servicios de SVoD conocen los gustos de sus espectadores y están en posición de ofrecerles contenidos diseñados a medida. Todo lo contrario a la televisión tradicional, que busca conectar con el gran público y produce contenidos con el ánimo de generar el menor rechazo posible. Las cadenas de televisión pregonan que el consumo televisivo no para de lograr audiencias y es una realidad que los más jóvenes (los espectadores de entre 3 y 49 años) ven cada vez menos la pequeña pantalla. El consumo televisivo sigue creciendo entre los televidentes mayores de 50 años, asegura Oliver Schütte en un artículo publicado en Wirtschafswoche. Ante la creciente competencia ejercida por Netflix, las cadenas de televisión se lo juegan todo a la carta de programas "facilones" que distraen, pero no calan en el espectador. Al telespectador le encantaría disfrutar en la pequeña pantalla de los mismos y excepcionales contenidos a los que tiene acceso en Netflix, pero la mayor parte de las cadenas de televisión no tiene el valor de crear series "a lo Netflix". Si las cadenas de televisión no están dispuestas a tomarse más libertades creativas, las que les demandan los espectadores,  habrán perdido la batalla frente a los pujantes servicios SVoD. Y la televisión lineal será un lejano recuerdo del pasado. Clemente Ferrer clementeferrer@clementeferrer.com