El lema de Comisiones Obreras y UGT los dos sindicatos de clase, para la fiesta del 1 de mayo, Día Internacional del trabajo no puede condensar mejor la trayectoria de los dos secretarios generales de los sindicatos oficiales, los orgánicos (no voy a decir verticales para que no se me ofendan en el tópico): Ojo al dato: "Por el pleno empleo: menos jornada y mejores salarios".
Es de lo más coherente. Si queremos el pleno empleo podemos hacer dos cosas: producir más, para que todo el mundo tenga trabajo o trabajar menos. Esto último es la técnica del 'castrati' y por ella han optado CCOO y UGT. La primera parte es fácil: se reduce la jornada laboral a la mitad y se reparte el trabajo: todos tendríamos empleo.
Todavía recuerdo aquella carta publicada en el ABC durante la Transición, en la que el lector proponía la prohibición de trabajar fuera de casa a las mujeres: así habría trabajo para todos los varones.
O la del viejo dicharacho del proletario que gritaba "que se mueran todos los ricos y las mujeres de los pobres". Así, está claro, los hombres viviríamos mejor.
Porque claro, el problema de lo que proponen el maestro Unai Sordo y el maestro José María Álvarez, es conseguir trabajar menos pero cobrando más. Y entonces surge la pregunta, absolutamente fascista, claro, con la que muchos tópicos progres se estrellan: ¿Y de dónde sacamos el dinero para pagar todo eso?
Al final, CCOO y UGT, con el respaldo de la demagogia sanchista del momento, acaban en lo mismo de siempre: trabajar poco, cobrar mucho y pedir más. Ese sí que sería un verdadero lema para el 1 de mayo.