Al menos en la diócesis de Madrid el 12 de octubre, Fiesta Nacional española, día de la Hispanidad y Fiesta litúrgica de la Virgen del Pilar, patrona de España y de Aragón… no es día de precepto.
Pues muy mal, arzobispo Carlos Osoro.
Ya he dicho que en su día discrepé de la afirmación de su antecesor, Rouco Varela, en el sentido de que la unidad de España es una cuestión moral. Luego aplaudí la frase, porque no se trata de mezclar política y religión sino que las raíces de España son cristianas y, por tanto, la ruptura de la nación española conlleva siempre -tal y como ha ocurrido en Cataluña- una descristianización acelerada de la sociedad catalana, en particular, y española, en general. España, o es católica o no será.
Por tanto, la Fiesta Nacional debería ser fiesta de precepto en todo el país.
Muy mal, monseñor Osoro.