Si recorren ustedes la madrileña calle Mayor hasta su cruce con la Calle Bailén, observarán una ruina. Pertenecen a la antigua Iglesia de Santa María de la Vega. La historia es bastante conocida: los habitantes de Madrid, ante la llegada de los musulmanes, retiran una imagen de la Virgen para que no fuera profanada por los invasores y la esconden en un hueco, realizado al efecto, en la misma muralla de Madrid. 

Cuando Alfonso VI conquista la hoy capital de España se descubre la imagen, más de tres siglos después, que con el tiempo se convertiría en la patrona de Madrid. 

Y entonces es cuando el cardenal-arzobispo de Madrid, José Cobo, en la mañana del jueves 9 de noviembre de 2024, imparte una homilía curiosa, en la misa y procesión de la patrona. Conviene leerla pues monseñor Cobo habla de la lectura del Apocalipsis de esta jornada y se refiere al texto con estas palabras: "El Apocalipsis evoca un contexto final, un tiempo último, pero hay que reconocer que esa profecía de plenitud ya comienza a despuntar hoy, en este momento, pero también despierta en nosotros cierta impaciencia. Quizás especialmente cuando hoy vivimos en un mundo donde desgraciadamente hay llanto, muerte, luto y dolor... Y no me refiero únicamente a guerras lejanas, que desgraciadamente ahí están, sino a tantas heridas que asolan nuestro país, nuestra sociedad y sí, creo que también, a nuestra Iglesia". 

Monseñor José Cobo, empieza a resultar un obispo muy distinto de la imagen pública que tenía asignada. En el entretanto, lo mejor es recitar el Himno a la Virgen de la Almudena.